El Banco de Japón (BoJ) decidió por unanimidad mantener los tipos de interés del país en el -0,1%, el mismo tipo que mantiene desde enero de 2016, cuando entró en terreno negativo por primera vez en su historia.
De esta manera, el Consejo de Política Monetaria del Banco de Japón se ha distanciado del resto de los principales bancos centrales, que se han embarcado en una trayectoria de ajuste este año para tratar de frenar la inflación.
El caso de Japón difiere de las economías occidentales. En agosto, La inflación del país nipón se recuperó hasta el 3%, que es el máximo en ocho añosestá muy por debajo del 9,1% de la Eurozona, el 8,3% de Estados Unidos o el 9,9% del Reino Unido.
Por otro lado, la entidad emisora japonesa seguirá comprando fondos cotizados (ETF) por 12.000 millones de yenes (85.562 millones de euros) anuales durante el tiempo que sea necesario. También gastará un total de 5.000 millones (35.650 millones de euros) anuales para comprar bonos corporativos y papel comercial.
«La economía de Japón se ha recuperado a medida que se reanuda la actividad económicamientras que la salud pública se ha protegido del covid-19 a pesar de verse afectada por factores como el aumento de los precios de las materias primas”, dijo la agencia.
En cualquier caso, el Banco de Japón ha subrayado que está siguiendo de cerca el impacto del Covid-19 y «no dudará en tomar medidas adicionales de relajación si es necesario».