
CaixaBank vende su histórica sede por 100.000€ 51 del Paseo de la Castellana. La entidad bancaria está desinvirtiendo uno de sus activos más conocidos, que fue adquirido a su filial inmobiliaria. criterios inmobiliarios (conocido comercialmente como InmoCaixa) por 238,5 millones de euros.
Desde que CaixaBank puso a la venta el inmueble a principios de abril, ha habido varios empresas interesadas con tal compra. Más de medio centenar de agencias inmobiliarias, fondos y otros vehículos de inversión se han interesado por este activo en los últimos meses. Tal y como anunció la CNMV el pasado viernes, el proceso de venta resultó finalmente ganador de la propia filial del grupo. El informe, necesario al tratarse de una operación vinculada a una empresa del grupo, afirma que Inmo Criteria ha demostrado ser la opción que mejores garantías de conservación de la marca puede ofrecer y mayor interés para el banco.
La filial también ofreció la mayor suma económica por el número 51 de La Castellana, aunque la junta revisora lo justifica dadas las 15 o más ofertas presentadas, informaron fuentes del mercado la semana pasada. No es de extrañar que la ubicación del edificio en pleno distrito financiero de la capital española consiga llamar la atención de grandes inversores internacionales como el Singapore Sovereign Wealth Fund (GIC), JP Morgan, CBRE GI o nacionales como la real agencia inmobiliaria GMP.

El importe final supone una cantidad récord en el segmento de oficinas de Madrid al ser casi un pago 13.000 euros el metro cuadrado. En concreto, el precio fue de 12.778 euros el metro cuadrado para una parcela de más de 18.700 metros cuadrados. Para CaixaBank, esto supone un impacto neto de 69 millones en sus resultados al final del proceso. La operación fue asesorada por la consultora CBRE.
criterio de que holding Inversor de Fundación La Caixa, ocupa la segunda planta del edificio en su apuesta mantener el contrato de arrendamiento que mantiene actualmente, una de las condiciones para la culminación de la operación. Quienes evacuarán el edificio serán los actuales inquilinos, que según estaba previsto lo harían durante el resto del año.
Tras hacerse con Bankia, Caixabank encontró “exceso de capacidad” en la capital. De hecho, los empleados ya se han trasladado a las Torres Kio, última sede de la antigua Caja Madrid, posteriormente transformada en Bankia. La buena gestión de este activo inmobiliario también influyó en esta decisión. En este contexto, la sucursal de planta baja de CaixaBank podría haber fracasado si otra empresa hubiera comprado el inmueble. Aunque la propiedad ha cambiado, el logotipo del banco todavía aparece en la sede histórica.