
La alta demanda de suelo provocada por la pandemia incrementó las transacciones de este tipo de activos hasta en un 94%. Según datos de CBRE, las operaciones de suelo en 2021 movieron más de 34,8 millones de m2 por valor de 4.300 millones de euros el año pasado.
Según la consultora, actualmente hay aprox. 228 millones de m2 de suelo edificable bajo la administración de la ciudad aún vacante a nivel nacional, lo que podría importar desarrollar hasta 1,4 millones de apartamentos que serían absorbidos en un plazo promedio aproximado de 20 años. Especial, el capital tiene el 8,94% de este suelo gestionado (con capacidad para 122.400 viviendas), seguido de Barcelona con un 6,68% (con una capacidad de 91.400 apartamentos). Le siguen Valencia y Toledo con un 5,41% y un 5,25% del suelo gestionado respectivamente.
Hacia Javier Jiménez, Country Director de CBRE España: “El interés de los inversores y la demanda sigue creciendo en términos de volumen y país finalista en las principales capitales de provincia. Asimismo, en 2022, la demanda de suelo en desarrollo para cubrir la faltante oferta de suelo finalista sigue consolidándose y seguirá haciéndolo en el próximo año”.

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Falta de tierra cultivable
Debido a la escasez de este producto, se estima que el precio del suelo se ajustará al alza durante 2022, especialmente en las grandes ciudades (áreas urbanas y primario) y las principales capitales de provincia.
Esto también aumenta el interés en la tierra bajo gestión. “Destaca el arco mediterráneo, en particular la Costa del Sol y la Costa Blanca, que en 2022 mantendrán una tendencia al alza en la búsqueda de oportunidades de calidad en sus principales comunidades tanto para primera como para segunda residencia”, apunta. Samuel Población, Director Nacional de Residencial y Suelo de CBRE España.