La inflación, la guerra entre Rusia y Ucrania, un plan de ahorro de energía en medio de los temores de las posibles consecuencias del conflicto global con Rusia y una sensación económica global de inseguridad. Todos estos factores hacen que la “vuelta al cole” del sector inmobiliario español se enfrente a dudas y grandes expectativas. Desde idealista/noticias hemos consultado a los principales directivos del sector, que explican que el pesimismo, las reticencias a invertir y “la sensación de fuerte subida este septiembre” serán los protagonistas del último trimestre del año.
La mayoría de los expertos señalan que la evolución de los precios del gas y el petróleo, el fin de la inflación en los meses de verano y la evolución de los tipos de interés tanto en la eurozona como en EE. UU. marcarán el escenario macroeconómico de este año.
Otro factor que afectará directamente a las inversiones inmobiliarias es la subida paulatina que ha experimentado el euríbor en los últimos meses, así como la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de aplicar la primera subida de tipos en la zona euro en 11 años. hasta el 0,5%.
Hacia Miguel Ángel Peña, Consejero Delegado Residencial de Grupo Lar, «Septiembre parece incierto». «La percepción general es que hay nubes en el horizonte y puede empezar a llover en septiembre, ya que tenemos una alta inflación, subidas de tipos, guerra en Ucrania, crisis inmobiliaria en China, tambores de recesión…», dice el gerente.
La realidad es que las consecuencias de todas estas percepciones (algunas de las cuales ya son ciertas) ya se han dejado sentir en el espacio inmobiliario en los últimos meses y por ello hemos visto retrasos en las inversiones, procesos de venta incompletos y cautela generalizada. “Tendremos que esperar y ver cómo la inflación muestra signos de desaceleración. Si bien los bancos centrales apuestan por subir los tipos de interés para combatir esta misma inflación, no es menos cierto que están dando los pasos con mucho cuidado (más en Europa que en EE. UU.) para que las subidas no perjudiquen a la economía. daños y llevarnos a una recesión severa”, dice Peña.
“Si finalmente prevalece el sentido común en Ucrania y logramos reparar la falla en la cadena de suministro que hemos estado arrastrando desde la crisis de Covid-19, septiembre puede no ser tan malo como muchos esperan. El ‘inmobiliario’ en España va bien, hay liquidez, las cifras de empleo son alentadoras y si conseguimos conciliar tipos de interés e inflación es posible que consigamos seguir así”, concluye el directivo de Grupo Lar.
Hacia Anna Gener, directora general de la oficina de Savills BarcelonaLa vuelta de vacaciones será «un poco tensa». “Tras unos meses de gran impulso en el mercado de inversión inmobiliaria, aguardamos con ilusión la vuelta de las vacaciones con un escenario a primera vista más frío, pero con buenas oportunidades para los buscadores de valor”, señala el directivo.
“El aumento de las tasas de interés afecta directamente el precio que se puede pagar por una propiedad, por lo que ya estamos viendo una ligera corrección en los valores. En algunos casos, puede haber discrepancias entre las expectativas del vendedor y el análisis del postor, pero después de un tiempo de ajuste, ambas partes eventualmente se encontrarán. Todavía hay mucha liquidez en el mundo dispuesta a invertir en bienes raíces y nuestro mercado ofrece un binomio riesgo-recompensa muy atractivo en comparación con otros mercados comparables”, dice Gener.
Sin embargo, el experto inmobiliario se muestra optimista ya que algunas ramas de la economía inmobiliaria están en pleno apogeo: «Debemos seguir el comportamiento de absorción de metros cuadrados en oficinas y logística en un buen nivel en la primera mitad del año y prestar atención a la evolución de la tasa de disponibilidad, que se mantiene saludable en todos los mercados».
Un zoom sobre el mercado inmobiliario de Madrid, Miker Echavarren, Consejero Delegado de Colliers en España, asegura que los expertos “no esperan que nuestra economía entre en recesión este año”. «Si creemos que en septiembre habrá altos niveles de pesimismo que moldearán las percepciones de los consumidores como resultado de la pérdida de poder adquisitivo inducida por la inflación, el aumento de las tasas hipotecarias y, además, la sensación de que las cosas van cuesta arriba será muy abrupta».
“En este contexto, esperamos una disminución en la demanda de compra de vivienda, especialmente en precios medios y medios-bajos. Por ello, el mercado de la vivienda en Madrid, que comparativamente se encuentra más en la zona de mayor poder adquisitivo de la demanda, sufrirá menos que otras localidades o unidades más pequeñas”.
En cualquier caso, esta menor demanda de compra de vivienda se ve compensada por un retraso en la construcción de vivienda nueva por el aumento de los costes de construcción, por lo que con una menor demanda actualmente también hay una menor oferta de obra nueva y creemos que ambos factores no conducirán a caídas de precios.
En la misma dirección, piensa Armando Lasauca, director general de aProperties, sobre el negocio de la vivienda, en este caso de lujo, y su solidez frente a la recesión. “El sector inmobiliario residencial prime está pasando por un buen momento, un ciclo positivo que continuará después del verano. A pesar del contexto internacional, los altos precios de la energía y el aumento de los precios de las materias primas, los bienes raíces de calidad todavía se consideran una apuesta segura para invertir frente a la alta volatilidad en otros sectores”.
Por su parte Xavier Güell, responsable de la oficina de CBRE en Barcelonaasegura que la capital catalana cerró el primer semestre del año con una inversión de 2.005 millones de euros, batiendo su récord histórico.
“Este valor corresponde a un aumento del 23% respecto al mismo periodo del año pasado y está por encima de los registros de 2019 (1.085 millones de euros) y 2007 (1.568 millones de euros). Además del tradicionalmente buen comportamiento de los segmentos de oficinas y logística, este semestre también destaca la evolución de otros sectores como el residencial, retail, hoteles o inversiones en activos alternativos”, añade el directivo.
“Estos datos muestran la madurez del mercado inmobiliario en Barcelona. La capital catalana tiene, por tanto, una base sólida para seguir atrayendo capital y talento. Sin embargo, a pesar de las buenas cifras del primer semestre y la pujanza de la ciudad, no podemos ignorar la situación macroeconómica y en CBRE esperamos una contención de las inversiones en el segundo semestre”, concluye la consultora.