No obstante, la Sparkassenstiftung (Funcas) ha mantenido su previsión de crecimiento económico de España en 2022 en el 4,2% prevé una fuerte ralentización tras el verano y ha rebajado sus previsiones para 2023 en 1,3 puntos hasta el 2%en un contexto de incertidumbre por la guerra de Ucrania y la subida de precios.
En rueda de prensa para presentar la actualización de sus previsiones macroeconómicas para 2022 y 2023, la Sparkassenstiftung a inflación promedio en lo que va del año de 8.8%2,8 puntos superior al escenario anterior y un 5% para 2023, 2 puntos superior.
Con todo esto explican lo de Funcas su pronóstico clave es de una «desaceleración, aunque «al borde de la recesión», ya que espera un crecimiento del PIB del 0% en el cuarto trimestre de 2022 y en el primer año 2023 es «ligeramente» positiva, todo bajo el supuesto de que los precios de la energía «se mantienen estables».
Como ha señalado Torres, la actual espiral de precios de la energía ha generado un estallido de inflación “que amenaza con cronificarse”, con un IPC subyacente que sigue subiendo en España y un punto por encima de la media de la eurozona. «España está en una peor posición en este momento», advirtió el director de situación de Funcas, Raymond Torres.
Después de un comienzo de año muy débil con un crecimiento del PIB del 0,2%, el segundo trimestre muestra signos de “señales positivas”. La recuperación del turismo, el aumento de las exportaciones de bienes y la atracción de empleo. Sin embargo, el estado de ánimo económico se está nublando debido al aumento de los costos de la energía y las dificultades de suministro, así como a la caída de la confianza del consumidor debido a la pérdida del poder adquisitivo.
Con todo, Funcas, aunque mantiene un crecimiento esperado del PIB del 4,2%, modifica la composición del indicador. En concreto, la demanda interna sólo aporta 2,1 puntos, 1,7 puntos menos que en la previsión de marzo. Este recorte refleja principalmente la pérdida de poder adquisitivo del consumidor relacionada con la inflación. «Los hogares recurrirán al ahorro para financiar sus gastos, lo que permitirá un modesto crecimiento del consumo privado», subrayó Torres.
La aportación del sector exterior, por su parte, se revisa al alza hasta los 2,1 puntos (1,7 más que en marzo) como consecuencia de la recuperación de los ingresos turísticos hasta niveles prepandemia y un menor nivel de ventas de bienes y servicios no turísticos extranjero.
Esta recuperación del turismo, el impulso de las exportaciones de bienes y servicios no turísticos y la fortaleza del mercado laboral seguirán apoyando la actividad en los próximos meses. Sin embargo, se quedarán sin aliento por un tiempo después del verano. Los choques geopolíticos, energéticos y cambiarios ganarán peso.
En consecuencia, la economía española experimentará una fuerte desaceleración en 2023, con un crecimiento del PIB del 2%, 1,3 puntos menos que en la previsión anterior. El director de Funcas, Carlos Ocaña, insistió Estas previsiones son muy sensibles a la evolución de la inflación y los tipos de interés; Una mayor inflación o ajustes de tasas más rápidos darían como resultado un menor crecimiento, «un peor escenario que no se puede descartar».
Por eso insistió Se requiere una política de ingresos sensata que no perjudique la competitividad de la economía. “Y se necesitan políticas fiscales prudentes que no se sumen al inevitable aumento del costo de nuestra elevada deuda pública”, dijo Ocaña, quien cree que las pensiones deberían estar incluidas en el acuerdo de ingresos por su fuerte impacto en el gasto.
En referencia a los impuestos sobre la energía y los bancos anunciados recientemente por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el director de Funcas cree que este tipo de medidas «a lo ‘Robin Hood'» tienen el inconveniente de repercutir por debajo de los costes que imponen a los agentes económicos. “Hay que tener mucho cuidado”, advirtió Ocaña.
Según el informe de Funcas, el dinamismo del mercado laboral continuará, aunque a un ritmo más lento, en línea con la fuerte desaceleración de la economía. Se crearán casi 600.000 puestos de trabajo a finales de 2023con lo que la tasa de paro desciende del 12%.
Por otro lado, el déficit público disminuirá este año por el juego de los estabilizadores automáticos y la inflación. Sin embargo, Funcas estima que en 2023 se avanzará poco en la contención de los desequilibrios atribuidos a la desaceleración de la economía, la reevaluación de los funcionarios y la indexación de algunas partidas presupuestarias como las pensiones. “El agujero rondará el 4,5% del PIB en 2023, cerca de su nivel estructural, y la deuda en el 112%”, estima la fundación.