La inflación se ha convertido en uno de los indicadores económicos de moda en los últimos meses. En la mayoría de los países desarrollados, los precios están subiendo a máximos de varias décadas, y los principales bancos centrales internacionales han abandonado las políticas monetarias extremadamente acomodaticias para contener su escalada.
En la zona euro, la inflación alcanzó un máximo histórico del 8,9% en julio. Y lo peor podría estar por venir.
Según las previsiones del banco de inversión estadounidense JP Morgan, tras un pequeño respiro en otoño En el tramo final del año, los datos en el área de la moneda compartida podrían seguir aumentando y superar con creces el 10%.. En cambio, predice que el repunte de los precios disminuirá tanto en EE. UU. como en los mercados emergentes (excluyendo Turquía y China).
Para la primera potencia mundial, la compañía prevé una inflación cercana al 0%, mientras que para los mercados emergentes estima en torno al 4%.
Recordemos que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) aplica subidas de tipos más agresivas que el Banco Central Europeo. Actualmente, el dinero de la zona euro ha subido un 0,5% tras la subida de julio (la primera desde 2011), aunque el mercado calcula que el panel anunciará otra subida de medio punto porcentual en la reunión de principios de septiembre.