Los grandes fondos de inversión han comenzado a diferir sus inversiones en inmuebles españoles. El panorama de una más que posible recesión, mayores problemas para acceder a la financiación y la caída del consumo han alarmado a estos vehículos de inversión. Fuentes de la industria lo dicen Los activos valdrán menos en seis meses y medio y por ello muchos establecimientos que estaban al borde del cierre empezaron a caer voz popular.
La sensación es que todos los inversores están en una posición de esperar y ver cuando en realidad se esperaba que todo se activara nuevamente este septiembre después de un verano de espera. El problema es que una nueva subida de los tipos de interés y las incertidumbres creadas por la guerra de Ucrania y la inflación han prolongado esta posición de espera. Todos esperan un ajuste de precios y no quieren apresurarse a comprar algo que valdrá menos en seis meses. “Todo está muy seco en Europa y Estados Unidos”, dijo un inversionista a medios de negocios.
El segmento de oficinas es uno de los que más sufre esta circunstancia, ya que a todos los factores descritos anteriormente se suman los cambios en la demanda provocados por la pandemia y la llegada del teletrabajo. Por su parte También se espera un ajuste de precios en el sector logístico siguiendo un ritmo frenético tras la explosión del comercio electrónico también como resultado de la pandemia de Covid-19.
Esta posición de espera ya ha demostrado su eficacia en algunas operaciones retrasadas o completamente paralizadas. Un ejemplo es la venta de la sede de Técnicas Reunidas en Madride se puso a la venta por 70 millones de euros y JLL decidió retirarse del mercado jjusto antes del verano. La transacción de la sede de Glovo en Barcelona por 250 millones de euros amenaza con fracasar desde los círculos industriales.
En el sector de la vivienda, el sentimiento es ligeramente mejor, aunque los promotores ya hablan de una ralentización de las tasas de venta debido a la incertidumbre económica a nivel macro, la subida del Euribor y el precio de la vivienda. Un cóctel peligroso que está provocando que los compradores tarden más en tomar una decisión de compra y hablen con más bancos para obtener las mejores condiciones en su hipoteca. «Definitivamente, Las perspectivas para el mercado de la construcción residencial nueva siguen siendo buenas ya que la demanda sigue superando a la oferta”Señalan fuentes de uno de los principales promotores del país.