Fundación de Ciencias Económicas Aplicadas (Fedea) cree que la Ley de Trabajo Remoto ha sido aprobada durante la pandemia debe ser cancelado y reemplazado a través de una nueva norma que establece una regulación común del teletrabajo, con sujeción a los principios de voluntariedad y no discriminación.
En una ponencia de los profesores José Ignacio Conde-Ruiz, Marcel Jansen y Jesús Lahera, el panel analizó la regulación actual del teletrabajo y planteó algunas propuestas de cambios para hacer un “uso óptimo” de la misma.
Los autores destacan que antes de la pandemia, la legislación estaba incluida en la antigua Art.13 del Estatuto del Trabajadordio a las partes una gran libertad en la concertación mutua del teletrabajo según los principios de voluntariedad y no discriminación.
Sin embargo, se mantienen firmes el nuevo reglamento «introducido prematuramente en medio de la pandemia» ha propiciado una ocasión marco legal «complejo»caracterizada por un doble régimen en el que existen dos regímenes muy diferentes según la jornada de teletrabajo supere o no el 30% de la jornada trimestral.
Señalan que por debajo de este umbral, el teletrabajo se considera “no regular” y se mantiene “casi completamente desregulado”, mientras que por encima se introduce un sistema de teletrabajo “regular”, “sujeto a muchas restricciones que tienden a incrementar sus costos”.
Al mismo tiempo, denuncian que la nueva normativa excluye explícitamente de su ámbito de aplicación el teletrabajo durante la pandemia.
Desde el punto de vista de los autores, este es el riesgo de esta doble regulación tiende a mantener el teletrabajo justo por debajo del umbral del 30%, “No por razones de eficiencia, sino para evitar la regulación y ahorrar costes”.
También advierten que la Ley de Trabajo Remoto”corre el riesgo de convertir el teletrabajo en un nuevo tipo de arbitrajeIntroducción de nuevas segmentaciones específicas de género en el mercado de trabajo».
Sugerencia de fe
Según los autores, para aprovechar las oportunidades del teletrabajo, impulsar la transformación digital de las empresas y la economía y mejorar la productividad, se debe derogar el marco regulatorio existente y se debe introducir un nuevo estándar que respete un conjunto de principios fundamentales. .
Específicamente, abogan por la restauración de un regulación común del trabajo a distancia, sujeta a los principios de voluntariedad, no discriminación, asignación adecuada de los fondos de la empresa y determinación del reembolso de los costos para el trabajador.
tu tambien apuestas Eliminación de las diferentes tipologías vigentes e introducción de un modelo normativo comúnque suprime el umbral «artificial» del 30 % porque «sólo consigue segmentar el mercado».
al mismo tiempo preguntan evitar que el teletrabajo se convierta esencialmente en una forma de conciliación y así reforzar la segregación por género, y que se introduzca un régimen general de control empresarial, seguimiento horario y segregación digital.
“Son numerosos los beneficios que ofrece el teletrabajo tanto para los trabajadores como para las empresas o para la economía en su conjunto y sería deseable que algunos de estos cambios fueran permanentes y que el trabajo a distancia se convirtiera en un elemento clave de una nueva organización del trabajo. ‘, señalan.