Que Instituto de Economía (IEE) pronostica que el producto interior bruto (PIB) de España crecerá un 3,9% este año y sitúa la inflación media en un 8% este año en medio de una elevada incertidumbre por el impacto económico de la guerra en Ucrania y la subida de precios.
Así se desprende del informe semestral de coyuntura económica «La inflación y la incertidumbre frenan la recuperación empresarial», que fue presentado este jueves por el presidente del Instituto de Estudios Económicos, Íñigo Fernández de Mesa, y el director general del IEE, Gregorio Izquierdo.
El «think tank» de la CEOE ha advertido que la economía española se enfrenta a una gran incertidumbre a finales de 2022 y principios de 2023 debido a una serie de factores que lastran el crecimiento, mientras que la inflación mantiene su trayectoria al alza.
Y resulta que el instituto prevé un crecimiento del PIB del 2,5% en 2023, por debajo de la previsión para este año, aunque espera que la inflación media baje hasta el 3% este año. Estas previsiones no contemplan un escenario recesivo, aunque el instituto no descarta que se produzca un descenso de la actividad en algún trimestre a finales de 2022 y/o principios de 2023.
La tasa de paro se mantendrá en el 13% en 2023
En relación al mercado laboral, así lo esperan del instituto continuará mostrando fortaleza debido a las altas tasas de creación de empleo en la primera mitad de 2022 y la recuperación del turismo en la temporada de verano, pero difícil de sostener en el otoño y en 2023.
Como resultado, la tasa de desempleo caerá por debajo del 14 % en 2022 y se mantendrá en torno al 13 % en 2023.
En cuanto al saldo exterior, las previsiones del IEE indican un Saldo en cuenta corriente en 2022 y 2023frente a los superávits de años anteriores, por la intensidad de las subidas de precios en las importaciones de bienes y servicios y el menor dinamismo exportador por la falta de dinamismo de la economía mundial, especialmente en Europa.
El sector público, por su parte, seguirá reorientando su desequilibrio fiscal, aunque en menor medida debido a la desaceleración económica. Con todo, seguirá registrando un déficit elevado en 2022, en torno al 5% del PIB, y puede reducirse por debajo de este umbral en 2023.
“Hay riesgos a la baja en todo este escenario”, advierten desde el IEE. La inflación es una de las principales amenazas a corto plazo y puede amenazar la consolidación de la recuperación económica y del empleo por su impacto en los tipos de interés, que impulsan las decisiones de ahorro e inversión a largo plazo.
Menos avance en la demanda interna y retraso en los fondos europeos
En cuanto a la confianza, la situación actual de mayor incertidumbre que pesa sobre la economía socavará la confianza del consumidor y del sector manufacturero, lo que llevará a los actores a retrasar o cancelar sus decisiones de inversión y consumo. “Esto conducirá a un menor aumento de la demanda interna”espera el instituto.
Por otro lado, han criticado al instituto por el retraso en la ejecución de fondos europeos, lo que podría afectar a las inversiones de las empresas. “Es importante no desaprovechar la oportunidad que ofrecen estos fondos para reforzar la recuperación al tiempo que impulsan el crecimiento potencial de la economía española”, subrayan los expertos.