El sector inmobiliario ha cobrado mucha importancia en el mundo de las inversiones en los últimos años. De hecho, los vehículos de apuestas “inmobiliarias” están proliferando, ofreciendo a los inversores minoristas la oportunidad de entrar en este mercado de forma diversificada y obtener una rentabilidad.
Entre ellos está DPAM B Real Estate Europe Dividend Sustainable F, fondo de inversión impulsado por la gestora belga Degroof Petercam Asset Management (DPAM). que se centra en la renta variable y cuya cartera está formada por pesos pesados del sector inmobiliario europeo.
Según explica la gestora, el objetivo del fondo es ofrecer al inversor “exposición a valores representativos del sector inmobiliario europeo, que generan una rentabilidad superior a la media del mercado. El fondo promueve una combinación de características medioambientales y sociales y debe invertir en parte en activos con un objetivo de inversión sostenible. Es un fondo gestionado activamente, lo que significa que el gestor de cartera no intenta realizar un seguimiento del rendimiento de ningún índice de referencia.
La cartera está formada por empresas cotizadas de más de una docena de países europeos, siendo Reino Unido, Francia, Bélgica y Alemania, en conjunto, los que tienen mayor peso (más del 14% cada uno), frente al 3% de España. En cuanto a la riqueza, tiene una cartera diversificada, con compromisos en las áreas de logística, vivienda, “retail”, hoteles, oficinas, estacionamientos e inmuebles para “vivienda de la tercera edad”, entre otros. La logística y la vivienda son los sectores que tienen mayor peso en la «cartera» en torno al 25% cada uno. El valor de todos los activos supera los 273.000 millones de euros.
Este vehículo de inversión se centra en los principales gigantes inmobiliarios europeos que pagan dividendos a sus accionistas y actualmente tiene más de 40 acciones en su cartera. Algunas de las empresas más conocidas son las alemanas Vonovia y Deutsche Wohnen; Español Merlin Propiedades y Colonial; los franceses Gecina, Klépierre y Unibail Rodamco; y la italiana Coima. También cabe mencionar las empresas británicas Segro, British Land y Hammerson; la irlandesa Hibernia, la belga Shurgard, la holandesa Eurocommercial o la sueca Sagax.
¿Y las devoluciones? En lo que va de año, la evolución de este fondo ha sido negativa dado el castigo generalizado que están sufriendo los mercados bursátiles como consecuencia de las tensiones geopolíticas derivadas de la guerra en Ucrania, la normalización monetaria que los bancos centrales están abocando a frenar, entre otros, la escalada de inflación o el creciente riesgo de una recesión económica mundial.
Actualmente, sin embargo, se sitúa por encima de los niveles registrados hasta otoño de 2019, registrando una rentabilidad anualizada positiva a dos, tres, cinco y 10 años (entre el 5% y el 10%, según datos de la plataforma Finect Investment). También ha superado históricamente al FTSE EPRA/NAREIT Developed Europe Net Return Index y muestra una menor volatilidad.

Si miramos las cuentas anuales del fondo, vemos que la rentabilidad fue superior al 20% tanto en 2019 como en 2021, aunque cayó un 4,5% en 2018 y fue del -11,7% en el año de la pandemia.

El directivo se muestra optimista de cara al futuro gracias al interés que ha generado el sector inmobiliario y cuenta con ello La rentabilidad total para el accionista (TSR) para el periodo 2021-2024 puede mantenerse en torno al 12%. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todos los inversores pueden invertir en este fondo: Con un depósito mínimo de 25.000 euros y un alto nivel de riesgo, ya se encuentra en el sexto lugar de una escala de siete.