Ante el aumento de los precios de la electricidad a nivel mundial, el autoconsumo está ganando importancia. Después de un año récord en 2021, en el que los sistemas de autoconsumo superaron el límite de gigavatios (GW), el año en curso va camino de duplicar la capacidad instalada. Asociación de Empresas de Energías Renovables asegura que el autoconsumo instalado en 2022 (tanto residencial como industrial) alcanzaría los 2,4 GW. Además de los 2,5 GW del año anterior, el país contará con casi 5 GW de autoconsumo al cierre de este año.
Según explica El Economista, el autoconsumo terminará en 2022 con una capacidad equivalente a alimentar a más de dos millones de hogares. Toda la comunidad valenciana. Y esto en una estimación conservadora de 1.500 horas equivalentes de sol y con el dato de 3.487 kWh de consumo medio por hogar español (según datos de Eurostat/IDAE).
“El crecimiento del autoconsumo privado sigue siendo muy fuerte ya que los bancos han empezado a financiar este producto junto con subvenciones”, aseguró el presidente de APPA Autoconsumo. De hecho, el Ministerio de Transición Ecológica y Retos Demográficos aprobó la ampliación de las ayudas para fomentar el autoconsumo en 505 millones. La primera parte de este programa se puso en marcha en junio del año pasado con un presupuesto inicial de 600 millones.
En el caso del autoconsumo industrial, el mayor crecimiento se observa “en el modelo PPA (acuerdo de compra de energía a largo plazo), en el que la inversión es absorbida por un tercero”. Las empresas suelen necesitar mucha electricidad y tienen que asumir mayores costes de instalación. Una de las grandes ventajas de esta modalidad es que la empresa de energía verde es la responsable de la inversión inicial. Como también está diseñado para el largo plazo, tiene un plazo de 10-25 años, por lo que se pacta un precio fijo mensual, lo que hace que el cliente sea menos dependiente de la volatilidad de los mercados energéticos.