El Banco Central Europeo ha subido los tipos 75 puntos básicos por segunda vez este año (subió el precio del dinero al 0,5% en julio) y no será la última ya que se esperan más repuntes en esta lucha contra la inflación de 2022, que supera el 9% en la zona euro. El principal efecto sobre la economía es un aumento en los precios de las hipotecas. Pero también tiene una consecuencia positiva, que es que hará que las cuentas y los depósitos sean más rentables que nunca. Los inversores con aversión al riesgo están recuperando lentamente sus sonrisas.