Hay muchas maneras de mantener nuestro hogar como nuevo sin requerir grandes cambios o reformas lo que significa un gran compromiso económico y de tiempo.
A Una forma rápida y fácil de poner la casa patas arriba es pintar las paredes. Si optamos por esta opción, recomiendan la pintura plástica, que es la más utilizada en interiores. “Este tipo de pintura es muy popular porque seca más rápido y no desprende ningún olor, pero además cubre muy bien, dos manos como máximo serían suficientes”, explica habitissimo.
En cuanto a la inversión que tendríamos que destinar, “una Un piso de unos 90 m2 costaría unos 900 eurosmientras que una casa más grande, donde habría que alisar las paredes o quitar gotelé, rondaría los 1.500 euros”, apuntan los expertos de la plataforma digital para aficionados al bricolaje.
Otra forma de transmitir una sensación de novedad es cambiar el suelo. Esto puede decir más sobre nuestra casa de lo que imaginamos. Un piso nuevo cambiará radicalmente una casa antigua. El terreno puede ser una inversión mayor que otras, pero hay opciones más económicas.
El suelo laminado es una buena opción y además está de moda; Sus modelos imitan a la perfección la madera, ya que es un material mucho más resistente y económico. “Colocar un suelo laminado en una casa de unos 70 m2 costaría una media de 1.400 euros”, afirman desde habitissimo.
Por otro lado, si nuestra casa tiene problemas de luz, se puede mejorar quitando tabiques. Sin embargo, si queremos luz pero no queremos una casa abierta, hay paredes de vidrio. Estos nos permitirán dejar entrar la luz a la casa y a su vez nos permitirán Transforme los espacios, ampliándolos o cerrándolos según sus necesidades.
Además, esta opción está muy de moda; y es que representan una opción funcional con cierto toque industrial. “El precio depende de las dimensiones de la propia pared. Sin embargo, una pared de cristal de unos 8 m2 rondaría los 1.000 euros”, indican los expertos de Habissimo.