¿Alojamiento propio o alquilado? La posibilidad de elegir entre una forma de vida u otra no es algo exclusivo de nuestro tiempo. La renta, en sus diversas formas, probablemente ha estado presente en la sociedad desde que las personas comenzaron a agruparse y formar las primeras ciudades. Ya en Roma III. siglo a. C. estaba el islas o islas, edificios que pueden parecerse a nuestros bloques de apartamentos de hoy en día, cuyas habitaciones fueron alquiladas anteriormente por ciudadanos de clase media o baja. Y como hoy, sus dueños -generalmente familias adineradas o los propios constructores- utilizaron esta fórmula como una inversión rentable.
Al contrario de lo que sucedió en sus primeros días, alquilar un piso ya no está reservado a personas de bajo poder adquisitivo. Hoy está ligado a muchos otros factores, como B. Viajar por motivos laborales o educativos, como alternativa en determinadas etapas de la vida o directamente como opción preferente a la compra.
Y es que, en algunas zonas del mundo, alquilar un alojamiento requiere un presupuesto que no está al alcance de todos los bolsillos. Según datos del Deutsche Bank, vivir en un apartamento de dos habitaciones en ciudades como Hong Kong, San Francisco, Nueva York, Zúrich, París o Londres costaba bastante más de 2.000 dólares al mes incluso antes de la pandemia.
Pero la crisis sanitaria y social provocada por el coronavirus ha tenido un gran impacto en el mercado del alquiler en países como el nuestro. Entre otras cosas, hubo una disminución de la movilidad, lo que provocó una caída de la demanda. También con la reconversión de los apartamentos turísticos al modelo tradicional de alquiler y con una huida momentánea de la población de las conurbaciones a la periferia. Todo ello provocó una caída de los precios en la mayoría de los casos.
Actualmente, el impacto de la pandemia en el mercado del alquiler parece haberse borrado para dar paso a una renovada subida de precios que se observó meses atrás. Según el idealista El crecimiento en agosto fue del 0,5% respecto al mes anterior y del 6,4% respecto al mismo mes de 2021. Un incremento registrado en un total de 29 provincias, alcanzando máximos históricos en Canarias, País Vasco, Región de Murcia y Navarra.
Más y más seguidores
En el escenario que analizamos, este segmento sigue siendo muy atractivo para inversores que no se dejan intimidar por las medidas regulatorias de la futura Ley de Vivienda. El volumen de inversiones en alquiler en 2021 se acercó a los 2.200 millones de euros y las estimaciones para el primer semestre del año apuntan a un crecimiento importante. Dentro de esto, el construir para alquilar (BTR) o la construcción de casas de alquiler es uno de los formatos con más viajes y el producto que más atrae a los inversores.
Y ello a pesar de que España hoy es tradicionalmente un país de propietarios Los pisos de alquiler suponen el 24,8% del parque de viviendas. Y la consultora JLL estima que podrían representar entre el 30% y el 35% para 2035, lo que nos da una idea del potencial de crecimiento del mercado.
Así lo confirma la compañía de seguros de alquiler, afirmando que «El alquiler se ha consolidado como una forma de acceso definitivo a la vivienda”. Una tendencia que parece verse amplificada por “la subida del euríbor y el esfuerzo económico que supone acceder a la vivienda en propiedad”.
Al alcance de todos los bolsillos
Comprar una vivienda para luego alquilarla no ha sido dominio exclusivo de los grandes inversores, sino que también es una práctica habitual entre aquellos ciudadanos que quieren rentabilizar sus ahorros. Es un producto de inversión que ha demostrado estar menos sujeto a la volatilidad del mercado y ofrece una rentabilidad superior a la media, que es lo que podemos denominar valor seguro. Además, mirando hacia atrás en los últimos años, el sector inmobiliario ha mostrado una fortaleza y estabilidad sobresalientes. Con una rentabilidad del 6,9% en el primer semestre del año, el portal Fotocasa asegura Invertir en vivienda en alquiler es más rentable hoy que hace 10 años.
Obviamente, no todos pueden invertir en bienes raíces comprando una casa en su conjunto. También hay quienes prefieren evitar exponer todos sus ahorros a un solo producto, optando por diversificar el riesgo. Eso no significa que deba renunciar a las ventajas de esta forma de inversión. Hoy en día, Hay propuestas como la de Urbanitae que permiten acceder a la rentabilidad de este mercado con poco dinero. ¿Como? Asociación de muchos pequeños y medianos inversores para financiar proyectos inmobiliarios de cierta envergadura y con rentabilidades interesantes.
Y en un contexto como el actual, donde se cierne sobre nosotros la sombra de la incertidumbre económica y la consiguiente inestabilidad de los mercados financieros, esta fórmula, si cabe, cobra más sentido, partiendo de una industria que en los últimos años ha mostrado una gran fortaleza.