Ubicaciones privilegiadas, diseño exclusivo, elementos de confort, materiales de calidad… Son numerosas las virtudes que las propiedades de lujo ofrecen a sus propietarios. Y es posible agregar algunos más ya que las casas son altas. Pararse puede convertirse en un boleto viajar el mundo. A través del intercambio de casas, el propietario puede disfrutar de vacaciones por todo el mundo y vivir en enclaves exclusivos como si fuera tu propia casa y además ahorras mucho dinero. Por ello, se han creado clubes selectos para atender esta nueva forma de viajar.
“Hay una necesidad de viajar con más tranquilidad y responsabilidad, descansar y sentirse como en casa. La industria del lujo también tiene esta necesidad y se ha sumado a esta tendencia”, explica Pilar Manrique, portavoz de HomeExchange en España. Así nació HomeExchange Collection, una comunidad exclusiva así creada Los viajeros con ideas afines pueden conocer, compartir e intercambiar sus casas de lujo, con un enfoque tanto en la primera como en la segunda residencia.Sí. “Los propietarios de viviendas de lujo en nuestra plataforma terminaron con tasas de respuesta muy bajas porque recibieron muchas ofertas de intercambio por este tipo de vivienda y no cumplieron con todas sus expectativas”, dice Manrique.
Y no es todo. La inclusión de la casa en la HomeExchange Collection después de que el propietario complete una solicitud depende de criterios como el diseño, la calidad, la ubicación, las comodidades disponibles y un valor mínimo de 1,5 millones de euros. Una vez aceptado, el propietario puede ponerse en contacto con otros miembros del club para hacer sugerencias comerciales. Se paga una suscripción anual de 850 euros, que te da acceso ilimitado a la selección de casas de la plataforma. The HomeExchange Collection está presente en 35 países y ya cuenta con 300 propiedades de lujo en todo el mundo registradas en la plataforma -desde áticos de ciudad hasta castillos centenarios- con el objetivo de llegar a las 1.000 viviendas después del verano.
Solo segundas residencias
Con el mundo de las vacaciones en mente, Thirdhome le permite viajar a casas de lujo en Barbados, Punta Cana, Belice o Malibú. Esta plataforma está enfocada al intercambio de segundas residencias exclusivas que se encuentran sin usar en diferentes épocas del año. Así es como se puede crear una casa de vacaciones de lujo llave desde arriba 14.000 objetos repartidos en 1.700 destinos de viaje de 98 países de todo el mundo -en nuestro país actualmente hay poco más de 100-.
El objetivo es sacar el máximo partido a las segundas residencias en desuso e intercambiarlas con otros miembros del club para viajar por el mundo y vivir en alojamientos de lujo sin tener que pagar alquiler y ahorrar una suma de dinero al final de la estancia.

En el caso de Thirdhome, el acceso al club está condicionado tener una segunda vivienda por valor de más de 450.000 euros. De hecho, el valor medio de las viviendas a las que pertenecen es de 2,4 millones de euros. Los alojamientos también deben tener buenas condiciones, disfrutar de un interiorismo exclusivo y ofrecer servicios de calidad -en muchos de ellos hay cocinero o conductor, aunque no es requisito para ser socio-.
Una vez aceptados, los miembros le dicen al club las semanas que sus segundas casas están desocupadas, ganando créditos llave, dependiendo de la disponibilidad de sus propiedades. Con estos créditos -junto con una tasa de cambio que ronda los 700 euros semanales de media- se pagan las estancias en los alojamientos de lujo de otros miembros.
En cuanto al perfil de los socios se trata de baby boomers que son financieramente fuertes pero no ultra-ricos. La mayoría de socios son americanos, pero “estamos creciendo principalmente en Europa y también en Españadestaca Niki Christian Nutsch, Thirdhome Vice President para EMEA, quien añade que “después del Covid-19 todo ha cambiado y la gente prefiere viajar a través de casas particulares”. Desde la compañía, señalan que su crecimiento es orgánico: “Crecemos por recomendación de los socios a sus contactos privados y por invitación”.